Una no adivina
la suerte que tiene
cuando llega tarde
a la estación del tren
y se queda con ojitos tristes
con maletas llenas de cosas
que no quiere olvidar
y con tanto miedo
entumeciendo los pies.
Una…ignora
que hay muchas formas de viajar
múltiples destinos
e itinerarios
más propicios.
Lucía Morán
domingo, 31 de agosto de 2008
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